Durante veinticinco años, Dan Lyons, fue redactor del semanario Newsweek hasta que un día, sin esperarlo, fue despedido para rejuvenecer la plantilla. Tenía cincuenta y dos años. Una startup de Boston le ofreció trabajo y aceptó, aunque sin estar muy convencido, al fin y al cabo, ni le habían definido muy bien su rol ni tenia claro si podría encajar en una cultura empresarial en la que sus jefes y el noventa por ciento de la plantilla no superaba la treintena. Este ensayo relata su fugaz paso por la empresa y supone una feroz crítica a la cultura empresarial que impera en muchas de las firmas de Sillicon Valley. Una experiencia que resultó tan esperpéntica como frustrante para el reputado periodista, que describe situaciones relacionadas con el ambiente y la manera de trabajar de la empresa que al lector le resultarán, como poco, tan ridículas como difíciles de creer. Este ensayo no es solo una crónica de las imbecilidades que pueden llegar a envolver el ambiente de trabajo de una start-up y a sus empleados, es sobre todo una manera de hacerse preguntas sobre el propósito comercial de este tipo de empresas, extrapolando el caso de Hubspot (la firma en cuestión) al resto del sector. Muchas de ellas pierden cantidades industriales de dinero y, aún así, exhiben cotizaciones y valoraciones en bolsa indecentes a pesar de que no aguantarían un juicio de valor empresarial mínimamente riguroso. Por eso resulta incomprensible que muchas de ellas hagan multimillonarios a sus fundadores cuando sus balances y cuentas de resultados son calamitosos. Lyons describe a la perfección la kafkiana situación a la que se ha llegado en los mercados financieros, empecinados contra toda lógica en convertir a estas empresas emergentes que pierden dinero sin control en vehículos financieros para beneficio de un puñado de inversores. Mientras tanto, a los trabajadores tecnológicos “se les dice que las necesidades de la empresa son más importantes que las propias» y son tratados como dóciles miembros de una secta. Seguir leyendo «Disrupción»
En los años posteriores a la Gran Depresión, Arthur Sackler cimentó las bases de lo que sería un imperio en torno a la industria farmacéutica. Médico de gran reputación, brillante editor de revistas médicas y un hábil experto en marketing, tuvo una vida fascinante que bien podría parecer un guion de Hollywood. Implantó las técnicas de marketing y publicidad agresiva en la industria farmacéutica y la práctica medicinal, tuvo tres esposas, se convirtió en un ávido coleccionista de arte asiático y llegó a negociar en secreto con el Museo Metropolitan de NYC para almacenar sus obras en una de las alas del museo de forma gratuita. Contribuyó, además, con ingentes cantidades de dinero en todo tipo de actividades filantrópicas y se codeó con lo mejor de la alta sociedad y la clase política norteamericana. Su reputación y su fortuna alcanzaron cotas extraordinarias: bajo su influencia, el medicamento Vallium hizo que su familia se convirtiera en millonaria. Serían sus herederos (sobrinos, principalmente) y una avaricia infinita los que convertirían a la familia en una especie del clan de la droga, al más puro estilo del mexicano Chapo Guzmán o el célebre colombiano Escobar, con la diferencia de que los Sackler se hicieron inmensamente ricos de manera legal: comercializando y explotando agresivamente y de manera indiscriminada el medicamento Oxycontin. Unos 500.000 estadounidenses han muerto por sobredosis relacionadas con los opiáceos desde 1999 y millones más se han vuelto adictos. No todos pueden cargarse en las espaldas de la familia Sackler, pero sí muchos de ellos. Al promover el uso indiscriminado del Oxycontin a través de su empresa Purdue Pharma, se instauró el paradigma bajo el que los médicos comenzaron a recetar de manera rutinaria potentes narcóticos para todo tipo de dolencias menores o sin importancia, siendo, como son, fuertemente adictivos. En el proceso, los Sackler se hicieron fabulosamente ricos: 13.000 millones de dólares de fortuna. Seguir leyendo «El imperio del dolor»
Siri Hustvedt se marca un ensayo tan interesante como denso y controvertido, en el que trata de ofrecer respuestas al viejo dilema de cómo funciona la mente y cómo se relaciona con nuestro cuerpo. Lo hace acudiendo a disciplinas como la neurociencia, la inteligencia artificial, la psiquiatría, la genética o la psicología evolutiva y hace un verdadero esfuerzo por corregir ideas preconcebidas y rebatir, a veces con mucha vehemencia, las ideas popularizadas y asentadas de pensadores como Steve Pinker, con el que se adivina cierto ensañamiento a la hora de contra argumentar, razonadamente y con contundencia, algunas de sus teorías. Hay que aplaudir y reconocer su esfuerzo feminista por desmontar las declaraciones y afirmaciones que con tanta seguridad se hacen sobre las diferencias psicológicas entre sexos que siempre presentan a las mujeres más en desventaja desde el punto de vista material, biológico e intelectual que a los hombres y las distintas maneras en que estas lamentables deficiencias han sido formuladas por sus defensores.Para Hustvedt en las habilidades “cognitivas” humanas intervienen una confluencia de factores, en particular el contexto y la sugestión. Las discrepancias llegan con el énfasis y la persistencia obstinada en presentar la naturaleza y la crianza por parte de muchos científicos (hombres) como polos opuestos incluso entre aquellos que afirman saber más. Para Hustvedt no hay ninguna razón para rehuir las diferencias sexuales lógicas por las diferentes biologías entre hombre y mujer, pero que no deberían ser tales fuera del contexto cultural y que resulta ser el determinando a la hora de establecer las desigualdades. Esto, lo de la igualdad de la capacidad cerebral indistinta entre hombres y mujeres y que hoy día parece tan obvio, no ha sido así a lo largo de la historia y necesita de gran parte del texto de Siri Hustvedt para argumentarlo, consiguiendo por el camino que la relación entre mente y cuerpo nos asombre aún más. Un texto árido y denso que, sin embargo, cuesta dejar por la contundencia con la que la autora nos desvela cómo funcionan mente y cuerpo de manera indisociable.
El 6 de septiembre de 2017 un telescopio de Hawai detectó un objeto cruzando nuestro sistema solar procedente de una estrella cercana llamada Vega. Aparentemente era un pequeño asteroide que llamaron Oumuamua (explorador en hawaiano). El 7 de octubre avanzó hacia la constelación Pegaso y la oscuridad ulterior, sin que la humanidad tuviera constancia de su visita. Llegó como un extraño pero se fue siendo algo más, porque dejó una ristra de preguntas sin respuestas. Avi Loeb, el prestigioso astrofísico de Harvard, estudió meticulosamente el objeto con los datos que pudo recabar y cree que hay indicios suficientes para respaldar la hipótesis de que existen más civilizaciones inteligentes en el universo y que Oumuamua es producto de una de ellas. Este libro resume sus argumentos, todo un reto al conservadurismo científico sobre el siempre controvertido tema de la vida fuera de nuestro planeta, casi siempre cimentado en una realidad incómoda: que ni los científicos ni la gente corriente estamos preparados para aceptarla. El excitante y estimulante texto de Loeb no solo argumenta por qué los datos que ha estudiado parecen sugerir lo que afirma, sino que le da pie a filosofar sobre la gran pregunta ¿la vida en la Tierra es la única del universo? y hacerlo con solvencia, sin dejar de reconocer que parte de sus colegas consideran su hipótesis pasada de moda, ajena a la ciencia moderna y mal planteada. Pero, como él mismo dice, eso no deja de ser un error, porque lo que él pone encima de la mesa es que es hora de tomarse en serio esa posibilidad, porque en una cosa si que hay una aplastante unanimidad en la comunidad científica sobre Oumuamua: nunca antes nos habíamos topado con un objeto así de extraño y la posibilidad estadística de que fuera una roca es de una entre un billón. Seguir leyendo «Extraterrestre»
La fundación de Bill Gates lleva años promoviendo proyectos destinados a mejorar las condiciones sanitarias de las regiones más pobres de la tierra; ha gastado en ellos más de doscientos millones de euros desde 2011. Ha ideado un inodoro que no necesita agua, no está conectado a ningún sistema de alcantarillado y es capaz de transformar los desechos humanos en fertilizantes, con el fin de poder destinarlo a aquellos países de mundo cuyos sistemas de saneamiento son deficientes. Los excrementos humanos pueden contener rotavirus, bacterias y huevos de lombrices parasitarias. El cólera, por ejemplo, sigue matando gente a través de las aguas fecales humanas, un problema que se descubrió hace más de un siglo y medio y que, sorprendentemente, sigue sin erradicarse.
Londres en el siglo XIX era una ciudad caótica y desordenada de 2,4 millones de habitantes en la que imperaba una inmundicia que facilitaba la transmisión de virus de todo tipo. En el verano de 1854 la ciudad sufrió una epidemia provocada por la falta de higiene y la deficiente gestión y planificación de las infraestructuras de alcantarillado y abastecimiento de agua. El temible virus del cólera, que se transmite por el agua, hizo estragos en una época en la que ni siquiera se conocían los virus. Steven Johnson, que ha escrito desde libros de neurociencia a textos en los que trata las implicaciones culturales del uso de las computadoras, quedó fascinado por el ímpetu y dedicación con la que dos londinenses, un doctor llamado John Snow y un sacerdote llamado Henry Withehead consiguieron localizar el origen del brote. Seguir leyendo «El mapa fantasma»
Byll Bryson puede jactarse de ser uno de los mejores divulgadores científicos siendo periodista y escritor. No es que todos sus libros versen sobre ciencia (empezó escribiendo sobre viajes y lengua inglesa) pero su Breve historia de casi todo es un libro que debería ser lectura obligatoria, y con su nuevo El cuerpo humano, una guía para ocupantes, logra el objetivo de hacer por el cuerpo humano lo que su Breve historia…hizo por la ciencia, acercarnos a un conocimiento profundo de nuestra fisiología mediante un estilo que atrapa, un lenguaje accesible y la dosis justa e interesante de información. Ha hecho un doctorado en artículos, ha entrevistado a un considerable número de médicos y biólogos y ha leído una biblioteca de libros divirtiéndose en el proceso, lo que se traduce en un texto apasionante al ritmo de su elegante prosa repleta de chistes, anécdotas curiosas e ironía. Si compráramos todos los materiales de los que está hecho nuestro organismo y fuéramos capaces de «ensamblar» un humano en nuestro garaje, ¿cuánto costaríamos? Pues Bryson le pone precio a los materiales que nos componen (con la dosis adecuada de cada uno) y la cifra es de 110.000 euros. Bryson tiene la virtud de ser un excelente contador de historias, por lo que el libro parece un compendio de cuentos maravillosos, un recorrido por el interior de nuestro organismo en una especie de tour alucinante contado por un experto guía que además es divertido. Seguir leyendo «El cuerpo humano, guía para ocupantes»
La mayoría de los científicos buscan continuamente respuestas a todo tipo de preguntas, ¿qué ha provocado esto?, ¿qué causa una determinada enfermedad? en definitiva, qué causas activan cualquier fenómeno. No obstante, no hace falta ser científico para cuestionarse muchas cosas, como por ejemplo, ¿cómo se regula la vida en el planeta?, es decir, cómo las poblaciones de seres vivos, especialmente las animales, encuentran siempre el equilibrio necesario para sobrevivir. ¿Por qué si hay muchos herbívoros en un determinado ecosistema, y por tanto alimento para depredadores, no crece el número de estos de manera sustancial o incluso desproporcionada? Sean B. Carrol se hizo esta pregunta la primera vez que visitó el famoso parque natural africano del Serengeti y a partir de ahí se propuso buscar respuestas, escribiendo un libro audaz sobre cómo funciona la vida en la Tierra.
Carroll es uno de los grandes de la biología actual, profesor de biología molecular y genética en la Universidad de Wisconsin, vicepresidente del departamento de educación científica del Howard Hughes Medical Institute y finalista del National Book Award entre otros. La idea de que nuestro planeta es un sistema vivo y autorregulado no es nueva, pero lo que hace Carrol en este libro es razonar y describir las seis leyes concretas que rigen el funcionamiento de ese supraorganismo global que pueden agruparse en dos afirmaciones fundamentales: «Primero: «igual que existen leyes que determinan la cantidad de moléculas que ha de haber en nuestro cuerpo, existen otras leyes que determinan la cantidad de animales y plantas que deben de existir sobre la Tierra. Segunda: las leyes que regulan la vida a escala humana son las mismas que regulan la vida a escala planetaria«. Seguir leyendo «Las leyes del Serengeti»
Que el medioambiente que nos rodea está afectado por la acción directa del ser humano es algo que ya conocemos todos. El clima se ha vuelto extraño y poco predecible, precisamente cuándo más herramientas tenemos para pronosticarlo, las capas de hielo se están derritiendo y la lista de especies animales en peligro de extinción no para de engordar. Sabemos que nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, si son imprudentes o lo suficientemente valientes para reproducirse, se enfrentaran a ciudades costeras desaparecidas, tormentas cada vez más virulentas y catastróficas, incendios masivos y sequías que arruinarán extensas áreas de terreno. Digamos que hay un sentido general de todo eso que se nos cuenta, pero ¿entendemos realmente la escala de lo que nos viene? Ese es el objetivo del libro de David Wallace-Wells, diseccionarnos con precisión -añadir que catastrofista se quedaría corto- las consecuencias que sufriremos si no tomamos medidas, reales, globales y mastodónticas, al respecto. Porque el quid de la cuestión es que según él no calibramos la magnitud del problema, que es «peor, mucho peor, de lo que crees«. Seguir leyendo «El planeta inhóspito»
Entre la considerable cantidad de lecturas que en los últimos años se centran en predecir el catastrófico futuro de la humanidad, bien sea por el incontrolable desarrollo tecnológico que provocaría (entre otras cosas) que los robots nos exterminaran o que el daño medioambiental que infringimos al planeta sea irreparable e irreversible, encuentro el refrescante En el futuro, perspectivas para la humanidad, del reputado científico y astrónomo Martin Rees. En su caso, más que criticar a los catastrofistas o alinearse con los más optimistas, precisamente por el grado de desarrollo que experimenta la humanidad, adopta una interesante posición equidistante para disertar con rigor y proponer argumentos constructivos, dejando claro que ese buen futuro que él visualiza es posible siempre y cuando estemos dispuestos a utilizar sabiamente la ciencia y tecnología que actualmente desarrollamos, lo que pasa por trabajar colectivamente y con sentido común.
El enfoque humano hacia el futuro suele ser cortoplacista a ojos de los gobernantes, siempre preocupados por su permanencia en el poder, lo que conduce a debates polarizadores con retórica alarmista y un pesimismo que normalmente se basa en desinformación. La mejor manera de eludir los riesgos distópicos que muchos vaticinan es pensando de manera racional y global a largo plazo, para lo cual líderes de opinión y científicos deberían colaborar activamente en todas las disciplinas. Para Rees eso pasa por no perder de vista donde estamos y de dónde venimos, por no cegarnos exclusivamente en el desarrollo tecnológico (sí, ese que nos llevará a colonizar otros planetas, por ejemplo) dando de lado, paradójicamente, a la multitud de problemas a los que se enfrenta el mundo actual. Prepararse para el futuro sabiendo cuáles son los errores pasados y actuales, en un acto de equilibrio global que negocie el desarrollo de la tecnología necesaria para abordar los desequilibrios de la pobreza, soluciones al cambio climático y a los conflictos bélicos. Eso no significa que haya que pisar el freno del desarrollo tecnológico, sino redirigirlo focalizando la atención en científicos e ingenieros y menos en políticos e intereses empresariales. La gran pregunta es cómo hacerlo con un grado óptimo y eficaz de cooperación internacional.
Un libro persuasivo, estimulante y riguroso, impregnado de un emotivo esfuerzo del autor por apelar al sentimiento de responsabilidad: ¿queremos pasar a la historia como la generación que fue consciente de los problemas que estaba creando y no hizo nada?
Hans Rosling ejerció su profesión de médico durante décadas, tratando enfermos de poblaciones desfavorecidas de África y Asia al principio de su carrera profesional, posteriormente desarrollando tareas investigadoras y en los últimos años como divulgador y aclamado conferenciante. En todos esos años fue percibiendo que la visión que la gente tiene sobre el mundo es monolítica y que es difícil de cambiar porque tiene que ver con cómo funciona nuestro cerebro. No solo los habitantes de los países y regiones más desarrolladas tienen una concepción repleta de prejuicios y clichés de los «otros» -como automática y desafortunadamente piensa el occidental cuando habla de los menos favorecidos-, sino que los propios habitantes de las zonas con un nivel de vida inferior también muestran una visión «distorsionada» del mundo. Guerra, violencia, desastres naturales, corrupción. Las cosas van mal y parece que empeoran cada vez más. Los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres; el número de pobres no deja de crecer y nos quedaremos sin recursos naturales a menos que hagamos algo. Esa es la imagen que la mayoría de occidentales recibe de los medios de comunicación y tiene en su cabeza. Para Rosling, una concepción del mundo excesivamente dramática, estresante y sobre todo, engañosa. Seguir leyendo «Factfulness»
El alunizaje del ser humano es percibido hoy día casi como una leyenda. El tiempo transcurrido desde la proeza (julio de 1969), una tecnología muy inferior a la actual y las historias que desde entonces cuestionan que todo fue un montaje -que no se sostienen- han envuelto en un aura casi mística un acontecimiento que, probablemente, ha sido el mayor hito de la humanidad. Neil Armstrong fue la primera persona en poner un pie en un plantea diferente al nuestro. Las hazañas espaciales de Armstrong y Buzz Aldrin -el astronauta que lo acompañaba cuando aterrizaron en la luna-, así como las del resto de astronautas de misiones posteriores, figuran ya como eternos en los libros de texto de historia, en especial en los de Estados Unidos. Sin embargo, durante las últimas décadas, Neil Armstrong -fallecido en agosto de 2012- podía entrar en cualquier supermercado y no ser reconocido. Esquivo con los medios de comunicación y muy firme en su decisión de no comerciar con su «paseo lunar», Armstrong vivió en una granja de Ohio, con su segunda esposa, hasta su muerte. No lo hizo como un ermitaño, pues se prodigaba en artículos científicos y en conferencias vinculadas a la ingeniería aeronáutica o la investigación especial, pero siempre haciendo gala de un carácter humilde alejado de la falsa modestia y sin ninguna intención por acaparar la atención mediática más allá de lo inevitable. Consciente de su logro, su vida se caracterizó por un afán de conocimiento excepcional en el campo de la aeronaútica y por un notable esfuerzo en colaborar en el desarrollo de la tecnología que llevó al hombre al espacio, más que por ser elegido -como así fue finalmente- como el miembro de la tripulación que sería el primer humano en pisar la luna. Seguir leyendo «El primer hombre, la vida de Neil Armstrong»
La inteligencia artificial (IA) será el agente de cambio más importante del siglo XXI. Transformará nuestra economía, cultura, la manera de relacionarnos, el proceso de toma de decisiones y cambiará nuestra mente de una manera que difícilmente podemos imaginar. Cualquier escenario imaginado para 2050 nos suena a ciencia ficción y probablemente no sea cierto; pero si escuchamos escenarios posibles sobre 2050 que no suenen a ciencia ficción, probablemente no sean del todo realistas. Sobre el futuro dominio de la IA se auguran tantas bondades como malos presagios. En el siglo pasado, el tren, el avión, la electricidad o la radio sirvieron para fomentar un desarrollo espectacular en la vida humana, pero los avances tecnológicos también se utilizaron en guerras y conflictos mundiales. La manera de emplear la IA volverá a ofrecer un amplísimo espectro de usos, unas veces con buenos fines y otras con todo lo contrario. Es por tanto, que una mejor comprensión de la misma es vital para entender los dilemas a los que nos enfrentamos, porque entre otras cosas, la ignorancia científica se convierte en receta para el desastre político en manos de gobernantes que no estén a la altura. Max Tegmark trata de abrir este debate escribiendo un ensayo de estilo accesible y atractivo para el público en general, en el que expone -de la manera más objetiva posible- todo el mapa filosófico de promesas y peligros de la revolución de la inteligencia artificial. Seguir leyendo «VIDA 3.0»
Cada vez nos esforzamos más por tratar de predecir lo que viene. Expertos de todo tipo -financieros, medioambientales, políticos, deportivos, tecnológicos- ofrecen predicciones sobre el futuro, ya sea acerca del mercado de valores, las relaciones internacionales, la próxima elección presidencial o el campeón de un mundial de fútbol. Sin embargo, ¿hasta qué punto se cumplen tales pronósticos? Como sabemos, la mayoría de las personas no son buenas a la hora de hacer predicciones, e incluso los expertos más conocidos no tienen ese don, por más datos que analicen y capacidad para interpretarlos posean. El uso masivo datos y la tecnología actual, no puede eludir que pronosticar el futuro sigue siendo una quimera, pero cierto es que hay determinadas situaciones futuras que se pueden predecir con una alta probabilidad. El libro de Marta García Aller es uno más dentro de la corriente adivinatoria, con la particularidad que lo hace recordando qué cambios resultaron disruptores en nuestras vidas no hace tanto y que hoy parecen que siempre estuvieron entre nosotros. El texto recopila cuantiosa información sobre los cambios más importantes que se están produciendo y se producirán en las próximas décadas en muchos campos de la actividad humana. Se trata de un libro divulgativo ameno dirigido al público generalista. Para Marta García, cuando pensamos en el futuro tendemos a imaginar las cosas que llegarán, pero resulta mucho más esclarecedor dibujar ese futuro identificando las cosas que dejarán de existir. Sobre esa base, mirando al pasado y recopilando datos actuales sobre las tecnologías en las que se trabaja actualmente, se atreve a esbozar cómo viviremos en un futuro muy cercano. Seguir leyendo «EL FIN DEL MUNDO, tal y como lo conocemos»
La curiosidad no es algo exclusivo del ser humano, pero sí lo es la capacidad de preguntarse por qué suceden las cosas. La curiosidad inspira los momentos más emocionantes en nuestras vidas, despierta el gusanillo por saber más y nos impulsa a la búsqueda de conocimiento. De niños entendemos relativamente temprano que cada efecto asociado con una causa es una cadena ininterrumpida de eventos. Es esa curiosidad inagotable de nuestros primeros años la que asigna valor a tareas que permitan el descubrimiento de nuevas cosas, en un proceso de decisión que maximiza el aprendizaje que conduce al descubrimiento de vínculos causales. La conversación, la lectura o viajar para conocer otros sitios y culturas, son actos cotidianos que realizamos impulsados por la curiosidad. Qué mecanismos se activan en el cerebro para estimular la curiosidad es lo que el autor, Mario Livio, se ha propuesto mostrar con este estimulante libro: por qué nos preguntamos por qué. Seguir leyendo «POR QUÉ, qué nos hace ser curiosos»
Pensamos constantemente en el tiempo: estimamos su duración, consideramos el ayer y el mañana, distinguimos el antes del después. Habitamos en él tiempo y sobre él, anticipando, recordando, comentando su paso. El tiempo pasa, se desliza, vuela, se escapa, fluye y se define; es abundante o escaso. Lo ahorramos y lo gastamos como el dinero. Nuestra espinosa relación con la percepción del tiempo animó a Alan Burdick a embarcarse en este ingenioso, intimista y elegante Por qué el tiempo vuela. A partir de su propia percepción e interpretación de las horas del día y de cómo influye el paso del tiempo en su vida, inicia una rigurosa exploración que trata de explicarnos cómo el tiempo dictamina nuestras vidas y las diferentes maneras que tenemos de afrontarlo y medirlo. Burdick es redactor en The New Yorker y colaborador en el blog de ciencia y tecnología de la revista. Es esta faceta «científica» la que se despliega en el libro revelando una gran capacidad divulgativa para traducir al lenguaje cotidiano estudios y terminología científica, evitando limitarse a transmitir el conocimiento adquirido mediante su proceso de documentación. El resultado es más bien una vibrante aventura de descubrimiento y a juzgar por sus conclusiones, es más interesante lo que aún no sabemos sobre el tiempo que lo que ya sabemos. El tiempo es algo que nos afecta directamente, con el que luchamos constantemente, nos vuelve locos, nos abre posibilidades, nos pierde o nos satisface. Seguir leyendo «POR QUÉ EL TIEMPO VUELA»
Con la desaparición de Stephen Hawking perdemos uno de los divulgadores científicos más populares de las últimas décadas y a la vez una de las mentes más brillantes de la historia. Seguramente sus libros experimentarán un auge de ventas en las próximas fechas y con seguridad una Breve Historia del Tiempo será uno de los más buscados. No obstante, ha vendido más de diez millones de copias desde que se publicó en los años 90, una cifra al alcance de muy pocos libros. Un texto en el que se condensa buena parte de la aventura del pensamiento humano del siglo XX, momento de la historia en la que hemos logrado una visión clara de las leyes que rigen nuestro entorno. Aunque el libro tiene espíritu divulgativo y está escrito con un lenguaje ameno e impregnado del peculiar sentido del humor de Hawking, navega por cuestiones de la física clásica, la mecánica cuántica o la teoría de la relatividad que acotan irremediablemente su comprensión al sector de público interesado por esta rama de la ciencia, con conocimientos técnicos suficientes para comprender el modelo de universo propuesto por Hawking, sus postulados sobre la teoría del Big Bang y los agujeros negros. Al final del texto Hawking se permite filosofar sobre la naturaleza, conecta con el pensamiento de los filósofos griegos, reflexiona sobre las leyes de la física, el papel de un creador -en sus últimos años esquivó con habilidad la polémica sobre si él creía o no en la existencia de Dios, afirmando con sutileza que con la física en la mano se puede explicar nuestra existencia sin su existencia, pero sin negarla- y si algún día los humanos tendremos a nuestra disposición una descripción completa del universo. Un libro adecuado -y que recomiendo- para un público generalista y deseoso de saber más de la vida de este brillante científico, sería Breve historia de mi vida-versionada en el cine como La teoría del todo-, un texto autobiográfico que nos acerca a su parcela más personal e íntima, marcada y condicionada por su grave enfermedad y por la que paradójicamente fue más conocido, pero en la que muestra también pinceladas de sus principales pensamientos científicos sin profundizar en la complejidad de los mismos.
Si en una encuesta se pidiera a la gente que nombrara a un científico, la respuesta mayoritaria sería Albert Einstein. Pocos personajes célebres en la historia convocan entusiasmo colectivo y resultan tan familiares como el físico Albert Einstein, cuya imagen también pasó a ser en los últimos años una especie de icono pop art. Los físicos José Edelstein y Andrés Gomberoff reúnen 23 ensayos del célebre alemán que hace cien años predijo las ondas gravitacionales, lo que recientemente ha revolucionado la astronomía con la constatación de su existencia. A través de estos 23 «capítulos», los autores muestran cómo era en todo su espectro este hombre, a través de sus logros científicos, sus ensayos, su correspondencia, e intentando también separar anécdotas falsas de las que sí son veraces. Para ello abordan el contexto histórico e intelectual en el que se originaron las ideas del físico alemán y también el legado que dejó tras su muerte, con la intención de entender lo disruptor que fue su pensamiento y el impacto que sigue teniendo desde entonces, no obstante sobre sus hombros descansan hallazgos que cambiaron la física para siempre, como la teoría de la relatividad o el desarrollo de la mecánica cuántica. En 1921 recibió el Nobel de Física por sus aportaciones a la Física Teórica, y en concreto, por su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico. Seguir leyendo «EINSTEIN PARA PERPLEJOS»
Scott Kelly es el primer astronauta -y por ende el primer humano- que ha estado un año completo viviendo en la Estación Espacial Internacional. El objetivo: recabar datos que ayuden a entender cuáles son las consecuencias para el cuerpo humano de vivir períodos prolongados de tiempo en ingravidez, así como los efectos de la radiación cósmica fuera de la protección de la atmósfera terrestre. Puesto que su hermano y gemelo, Mark Kelly, también es astronauta -a ver que otros padres pueden presumir de un logro semejante- el valor científico de Scott aumenta considerablemente. Al tener un patrón genético casi idéntico con el que poder comparar, los cambios que experimente su cuerpo en los años venideros ocasionados por esta experiencia espacial se podrán estudiar mucho mejor.
El libro cuenta en primera persona esta peculiar aventura espacial y aprovecha para relatar de manera autobiográfica cómo fueron los pasos de Scott Kelly -resumidos en diferentes momentos claves de su vida- desde la infancia hasta llegar a convertirse en astronauta. Seguir leyendo «RESISTENCIA, un año en el espacio»
Alexander von Humboldt (1769-1859) fue la primera persona que habló de las funciones fundamentales de los bosques en el ecosistema, de cómo los árboles protegen contra la erosión del suelo, de cómo pueden almacenar agua y de cómo enriquecen la atmósfera con humedad…fue el primero en hablar de la naturaleza como una red interconectada y ya alertó en el siglo XIX «del peligro del cambio climático provocado por los hombres«. Andrea Wulf ha escrito La invención de la naturaleza para recuperar la memoria de este visionario científico y aventurero, porque hoy no queda nada en el imaginario colectivo de quién fue Humbold, calificado en su tiempo como el hombre más importante del mundo. Para la autora, su memoria murió de éxito porque logró que sus ideas arraigaran en las nuestras hasta tal punto que nos resultan innatas y naturales. Un hombre que no sobresalió por su inteligencia sino por su amplio conocimiento y por un afán incansable por acapararlo, lo que lo convirtió en una especie de científico con vocación de entenderlo todo, con ánimo, energías y voluntad de abarcar cuantas disciplinas excitaran su curiosidad, que fueron básicamente todas y con el plus de ser además un intrépido explorador que escaló volcanes, navegó el Orinoco y atravesó Siberia en plena epidemia de antrax. Darwin y personajes como Pushkin, Thomas Jefferson, Thoreau o Simón Bolivar, entre otros (la lista en el libro es larga)) se declararon deudores de su pensamiento. El libro transmite un esfuerzo exhaustivo y encomiable de documentación -parte del prólogo describe los viajes y estudios de la autora al respecto- que aunque colma de parámetros científicos y académicos el texto, está relatado casi como una novela de acción. Transpira un espíritu divulgativo muy accesible y se lee como un relato de aventuras. Una lectura no solo para aquellos concienciados con el medio ambiente, también para el que tenga afán de conocimiento y espíritu aventurero.
Mucho se ha escrito sobre las causas y posibles soluciones de la crisis económica financiera que azotó el planeta la última decada. Ahora que los países -a diferentes ritmos- van saliendo de ella, el Nobel Edmund Phelps se atreve a ubicar los problemas actuales de la economía en un contexto más amplio que el basado -como hasta ahora- en parámetros exclusivamente financieros y económicos. Un texto que atraerá a lectores interesados en una discusión amplia sobre el capitalismo y qué papel juega la innovación en una economía actual de mercado. Un enfoque que, a priori, resulta refrescante ante los prosaicos tratamientos que se dedicaron simplemente a señalar culpables como las hipotecas subprime, los préstamos de alto riesgo, la austeridad, la moral del sistema financiero o la creación de productos tan complejos que ni el propio sistema supo manejar. Aunque Phelps no es novedoso en su aproximación inicial, pues como otros recurre a las tendencias históricas y a los cambios culturales y tecnológicos actuales para cimentar sus hipótesis, sí lo es en cuanto a que usa estos datos para apuntalar la teoría sobre la cual, para él, gira todo, que no es otra que la falta de dinamismo de las economías actuales, señalando la innovación como la principal puerta de salida hacia soluciones que conduzcan a economías de prosperidad. Seguir leyendo «UNA PROSPERIDAD INAUDITA»
¿Cuantas veces tienes la sensación que un político que ocupa un puesto relevante toma decisiones sin haber sopesado las consecuencias o de haber sido riguroso en el proceso de la toma de decisión? Richard A. Muller debió pensar que demasiadas, por lo que se decidió a escribir esta especie de «guía para presidentes» -entiéndase líderes en general- que les aporte información que pueda ser valiosa a la hora de tomar determinadas decisiones. Para ello usa los principios fundamentales de la física y abarca cinco campos que tienen hoy día gran impacto en la vida de las personas: energía, calentamiento global, armas nucleares, carrera espacial y terrorismo. Siempre abordados desde la física, porque para el autor el desconocimiento o ignorancia de determinados conceptos de la misma pueden conducir a decisiones que tengan consecuencias nefastas para la humanidad en su conjunto. Seguir leyendo «FÍSICA PARA FUTUROS PRESIDENTES»
Freeman Dyson, matemático y físico, es a sus 93 años uno de los divulgadores científicos más reconocidos. Inglés, sirvió en la Segunda Guerra Mundial en la RAF y emigró a EEUU en 1947. Desde 1953 trabaja en Princeton en el Institute for Advanced Study. El libro es una recopilación y actualización de algunos de sus ensayos más celebrados. Con una capacidad intelectual sobresaliente, coincidió con Einstein y con Oppenheimer (Director del Proyecto Manhattan), del que llega a sugerir en el libro que fue revelado de su cargo porque abogaba por desarrollar armas nucleares tácticas (disuasorias) y no grandes bombas. Dyson reconoce que el título de Sueños de Tierra y Cielo es el mismo que el de una olvidada novela de ciencia ficción de 1885, escrita por el ruso Konstantin Tsiolkovski. El ruso, que escribía ciencia ficción al estilo de Julio Verne sobre viajes espaciales y colonización del espacio, fue ignorado la mayor parte de su vida para finalmente ser venerado como el héroe soviético que predijo la exploración del espacio. Seguir leyendo «SUEÑOS DE TIERRA Y CIELO»
Después de su revolucionario Sapiens, Yuval Harari continua su espléndida narrativa sobre el destino de la humanidad con Homo Deus. En Sapiens ofrece una visión espectacular de cómo hemos evolucionado hasta nuestros días, empleando una impactante y adictiva manera de presentar datos contrastados con hipótesis razonadas e inteligentes. Con Homo Deus se atreve a prejuiciar lo que está por venir, usando todos los argumentos que asentó en Sapiens para combinarlos con los avances tecnológicos y científicos actuales y profetizar cuál es el siguiente escalón evolutivo. Fiel al estilo desbordante desplegado en Sapiens, se aventura a construir hipótesis bajo esa aparente -y sorprendente- habilidad que tiene de observar el mundo y la historia sin condicionantes, despojado de toda la influencia que podría tener por la información acumulada por siglos de historia, usándola para argumentar y no necesariamente para seguirla. Seguir leyendo «HOMO DEUS»
Klaus Schwab es uno de los hombres más influyentes del planeta desde que fundó, en 1971, el Foro Económico Mundial de Davos. Doctor en Economía por la Universidad de Friburgo, de Ingeniería por el Instituto Federal Suizo de Tecnología y con estudios de Administración Pública en Harvard, ha publicado La cuarta revolución industrial. Schwab argumenta la transformación sin precedentes que sufrirá la humanidad gracias a la expansión digital, algo que en su opinión «aumentará los ingresos globales y mejorará la calidad de vida del mundo». A diferencia de otros libros reseñados o mencionados en TBH, como El auge de los robots y Superinteligencia , en el de Schwab se muestra una visión menos inquietante y más optimista del futuro robotizado y digitalizado. El autor focaliza bondades como una segura mayor eficiencia, productividad y el abaratamiento del transporte y comunicaciones, aunque no desdeña la previsible desigualdad por la robotización del trabajo, si bien procura no ser tremendista. Seguir leyendo «LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL»