Si se oye la palabra Renacimiento se piensa, casi sin dudar, en Leonardo da Vinci. Si se piensa en él, casi inmediatamente se recuerda la Mona Lisa. En el Renacimiento hubo muchos artistas excepcionales además de Da Vinci, por lo que relegarlos instantáneamente a un segundo plano es tan injusto como que a Leonardo se le conozca básicamente por la Mona Lisa, cuando fue un genio capaz de destacar en muchas facetas, más relevantes incluso que la de pintor. En 1501, la duquesa de Mantua -inmensamente rica y mecenas del arte-, pidió a un fraile que actuara como intermediario ante Leonardo, desesperada porque le hiciera un retrato. Cuando el hombre lo visitó en Florencia, encontró un estilo de vida «incierto e irregular» en el que «los experimentos matemáticos han absorbido sus pensamientos completamente, hasta el punto que no puede soportar la vista de un pincel«; aunque el fraile finalmente logró un compromiso por parte de Da Vinci, pasaron tres años sin comenzar a pintarla, por lo que ella cambió de táctica y le pidió una pintura de Jesús. Incluso así, él no accedió. Una anécdota que resume el espíritu de Leonardo y su poca predisposición a pintar, a pesar de que hoy día se le reconozca más entre el público general por esa faceta que por su talento para la ciencia y la ingeniería. Da Vinci se debatió toda la vida entre su resistencia a inclinarse a los clientes ricos y el de cumplir con los compromisos que aceptaba para poder vivir. Un hombre obsesionado por la ciencia y las matemáticas, que consumía su tiempo dedicado a la ingeniería, arquitectura, cartografía, estrategia militar o anatomía. ¿Fue la multitarea la culpable de que no pudiera lograr más cosas con su talento?
Cualquiera de nosotros querría mejorar sus capacidades creativas, pero en esto de ser imaginativo y creativo -que no son lo mismo aunque lo parezca; el creativo trata de llevar a cabo lo que imagina, el que imagina no pasa de ahí- la apreciación que cada uno tiene sobre su propia capacidad creativa puede ser muy limitante a la hora de tratar de mejorarla. El que lo es- creativo- no encuentra dificultad para hacerlo si se lo propone, se diría que es casi instintivo, adictivo. Por el contrario, el que se considera poco creativo no trata siquiera de buscar la manera de fomentar el pensamiento lateral, simplemente cree que no puede y no quiere ni esforzarse ni frustrarse. Se puede ser creativo de muchas maneras sin que caigamos en el estereotipo de que solo pueden serlo músicos, pintores, escultores, arquitectos o fotógrafos. Para centrarnos y no abrir demasiado la disertación vamos a entender creatividad como la capacidad de generar ideas. De eso va este libro Ágilmente de Estanislao Bachrach -Doctor en Biología Molecular y que ha sido investigador, entre otras instituciones, en Harvard- sobre la habilidad para imaginar y ser más creativos. Basándose en su propia experiencia investigadora y su conocimiento sobre el funcionamiento cerebral ha recopilado un buen puñado de técnicas, trucos y herramientas que mediante la aplicación correcta ayuden a entrenar la creatividad, independientemente del grado de capacidad que ya tengamos. Seguir leyendo «ÁGILMENTE»
El 90% de las iniciativas empresariales fracasan a los cuatro años de andadura. A pesar de la demoledora estadística emprender está de moda. La nueva cosmovisión tecnológica del mundo ha generado un ecosistema muy favorable para el emprendimiento y dar rienda suelta a nuestras ideas a través de la creación de empresas. No es fácil emprender pero nunca antes había sido más fácil intentarlo. No obstante, aunque las condiciones actuales pueden ser óptimas para lanzarse, ser emprendedor sin parecerlo y morir en el intento (podría ser un buen título para un libro sobre el tema, me lo apunto) no está al alcance de cualquiera, no hay más que recordar ese muro del 90%. Trías de Bes, coautor de los libros La Buena Suerte y El libro negro del emprendedor, cuenta que tecleando un día en Google «factores clave del éxito» obtuvo 36.700 entradas, pero que tecleando «factores clave del fracaso» solamente obtuvo ¡dos!. ¿Por qué el 99,98% de la literatura de gestión se dedica a analizar éxitos cuando solo un porcentaje ínfimo de emprendedores logra pasar del quinto año de aventura empresarial? Seguir leyendo «LECTURAS PARA EMPRENDEDORES»
Klaus Schwab es uno de los hombres más influyentes del planeta desde que fundó, en 1971, el Foro Económico Mundial de Davos. Doctor en Economía por la Universidad de Friburgo, de Ingeniería por el Instituto Federal Suizo de Tecnología y con estudios de Administración Pública en Harvard, ha publicado La cuarta revolución industrial. Schwab argumenta la transformación sin precedentes que sufrirá la humanidad gracias a la expansión digital, algo que en su opinión «aumentará los ingresos globales y mejorará la calidad de vida del mundo». A diferencia de otros libros reseñados o mencionados en TBH, como El auge de los robots y Superinteligencia , en el de Schwab se muestra una visión menos inquietante y más optimista del futuro robotizado y digitalizado. El autor focaliza bondades como una segura mayor eficiencia, productividad y el abaratamiento del transporte y comunicaciones, aunque no desdeña la previsible desigualdad por la robotización del trabajo, si bien procura no ser tremendista. Seguir leyendo «LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL»
En su nuevo libro Los Originales, cómo mueven el mundo los inconformistas, Adam Grant (Dar y recibir) se centra en los aspectos que caracterizan a los que no se resignan a aceptar el statu quo y avanzan gracias a un cóctel de inconformismo, pensamiento lateral y creatividad. La gente normal encaja en el mundo tal y como es, mientras que los más inconformistas prueban a cambiarlo para que sea este el que encaje en sus esquemas. Todo progreso depende, pues, de esta brigada de obstinados inconformistas. En el libro, Grant no sólo facilita las claves para que todos intentemos adquirir comportamientos similares a estos Originales, sino que (y quizás lo más interesante) echa por tierra algunas suposiciones comunes sobre el talento y el éxito, apoyándose en individuos concretos y sus historias. Célebres empresarios como Larry Page y Sergey Brin (Google) no están normalmente predispuestos a la asunción de riesgos, a pesar de la imagen que tenemos de lo contrario, Picasso no generaba consistentemente mejores ideas que sus rivales artísticos, pero maximizaba su producción, y con ello la probabilidad de destacar, y el famoso «Tengo un sueño» de Martin Luther King era una síntesis de garabatos de última hora e improvisación sobre el terreno, no fruto de un discurso preparado meticulosamente. El modo de generar ideas, cómo diversificar el proceso, evaluarlas, la dilación estratégica, la persistencia yel liderazgo creativo conforman un libro muy completo, que constata que el éxito de Grant no es casual. En esta charla Ted encontraremos algunas pinceladas de ese universo inconformista para abrir el apetito.
La creatividad es una de las habilidades transversales más demandadas en los perfiles profesionales, traspasando el estatus de deseable a imprescindible. Adquiere sentido en un mundo tan cambiante debido a los avances tecnológicos y la nueva manera de comunicarnos. La imaginación, la creatividad y la innovación presentan niveles de rendimiento sin precedentes en términos de nuestro dominio de la naturaleza. Es esta capacidad única para aprovechar pensamientos e ideas lo que ha llevado a la especie humana a generar desde las primeras herramientas a la rueda, el automóvil, las vacunas, los ordenadores y los transbordadores espaciales. Empresas y profesionales están sometidos a la asfixiante necesidad de no perder el ritmo competitivo y quedar rezagados por obsolescencia. Seguir leyendo «SE BUSCA CREATIVIDAD»
En los próximos 30 años se graduaran más universitarios en el mundo que los que lo hicieron anteriormente en toda la historia. Los denominados «millennials» ya coparán el 75% de los puestos de trabajo en 2025. El mundo cambia a velocidad vertiginosa y preparamos a nuestros hijos para que puedan desenvolverse dentro de 15 o 20 años. La estructura de la educación debe cambiar porque los títulos académicos ya no garantizan como antes un puesto de trabajo; habilidades y competencias serán más relevantes que los títulos académicos por sí solos. Sir Ken Robinson piensa que con los actuales sistemas educativos se está matando la creatividad, la capacidad de innovación de los niños, la adquisición de competencias y el estímulo de habilidades.
Seguir leyendo «ESCUELAS CREATIVAS, la revolución que está transformando la educación»
Qué mejor figura para hablar de creatividad que Ed Cadmull, la persona que creó una de las empresas más creativas del mundo, Pixar Creatividad S.A describe la particular fórmula del creador de Pixar – y actual presidente de Disney – para lograr equipos creativos.
Seguir leyendo «CREATIVIDAD S.A, cómo llevar la inspiración hasta el infinito y más alla»