Stephen Hawking puede comunicarse gracias a los avances de la tecnología, y sin embargo hace tiempo que viene alertando al mundo: hay que tener cuidado con la Inteligencia Artificial. Los avances tecnológicos en campos como la computación, robótica y nanotecnología son notables, y asistiremos a saltos cuantitativos y cualitativos muy relevantes en los próximos años, por lo que sería conveniente reflexionar sobre el avance de la inteligencia artificial, y lo que puede suponer su implementación sin control en la especie humana. La posibilidad de que en cien años no seamos la especie dominante, suena  catastrofista, pero ya no es ciencia ficción.

Dos libros muy interesantes al respecto son Superinteligencia: caminos, peligros, estrategias, de Nick Bostrom , y Qué pensar sobre las máquinas que piensan , el recopilatorio de ensayos sobre la pregunta de 2015 de edge.org, editado por John Brockman.  El libro de Bostrom, filósofo de la Universidad de Oxford, ha causado impacto en la comunidad científica y tecnológica. Su reflexión acerca de cómo afrontar un futuro en que la inteligencia artificial supere a la humana, ha recibido el respaldo explícito de cerebros de Silicon Valley como Bill Gates y Elon Musk, de filósofos como Derek Parfit o Peter Singer, o de físicos como Max Tegmark, profesor del MIT. En el caso del recopilatorio de Brockman, 192  autores entre lo más granado del mundo científico e intelectual exponen sus opiniones e inquietudes sobre el desarrollo de la IA, y encontramos teorías y opiniones de lo más diverso. Desde visiones optimistas, repletas de ilusión y esperanza, hasta las más inquietantes y tenebrosas.

máquinas que piensan