En nuestra vida diaria, ¿qué mecanismos nos llevan a tomar unas decisiones en detrimento de otras? Una cuestión sumamente compleja que los hermanos Heath se atreven a responder desgranando los entresijos de nuestra mente  en los mecanismos decisorios del cerebro. Lo hacen mediante un estilo que consigue abordar un tema tan arduo haciéndolo digerible con una facilidad pasmosa. Se apoyan en un considerable  trabajo de investigación y documentación que subyace en cada capítulo del libro, pero lo plasman con gran acierto poniendo de relieve sus dotes como prestigiosos docentes. El resultado de todas estas horas de investigación es un montón de ejemplos de la vida real y un libro especializado apto para profanos.

El estilo de los Heath me hace comparar inevitablemente con algún libro de temática similar, como el de Daniel Kahneman en su Pensar rápido, pensar despacio, y comprobar que aunque el tema tratado es igual de fascinante, Kahneman no es capaz de resolver tan bien la fluidez del texto. Cierto es que en el caso de Kahneman el texto es más complejo y penetra más en cuestiones especializadas,  por lo que avanzar en su lectura para alguien no ducho en la materia se convierte en un reto a pesar del sumo interés del contenido. Los hermanos Heath consiguen mantenerte atrapado en la lectura, porque aunque aportan multitud de datos lo hacen de una manera tan sutil y amena que en ningún momento abruman al lector. Se permiten demostrar cómo la confianza en nosotros mismos a la hora de elegir lastra nuestras decisiones, demostrando que hasta los más expertos en una materia y con un exceso de autoconfianza  cometen errores con frecuencia. En uno de sus didácticos ejemplos usan un caso muy cotidiano, mostrándonos  las veces que nuestro médico de cabecera peca de eso mismo. Es probable que tu médico a la hora de diagnosticar pueda (inconscientemente) manipular los datos que recibe cuando le explicas tu dolencia: tiende a estructurar o entonar las preguntas para conocer tus síntomas buscando aproximar su diagnóstico al concepto de enfermedad que le resulta más familiar. Es sólo un ejemplo práctico de los muchos que apoyan el tema que abordan.
Ambos trabajan en el entorno universitario dando clases y seminarios y trasladan toda su experiencia al texto, que se reflejada consiguiendo que lo entiendas a la primera sin hacer ningún esfuerzo. Tan didáctico que al final de cada capítulo incluyen un  resumen esquemático de lo que han tratado afianzando mecánicamente los conceptos que has leído. Encontrarás también unos sencillos pasos para aplicar en el proceso de tu toma de decisiones, que aún siendo sensatos y lógicos, rara vez aplicamos debido a que la mayor parte del tiempo nos lo pasamos con el piloto automático puesto. Sus cuatro pasos fundamentales en la toma de decisiones son muy clarificadores y pueden ser realmente útiles si se ponen en práctica.

Una lectura muy estimulante, aunque seamos conscientes de que los conceptos aprendidos de una manera tan clara dificílmente logremos  incorporarlos a nuestra vida diaria.