Desde el comienzo de la crisis económica es imposible ver un informativo o un periódico sin encontrarse con una ingente cantidad de información económica que no entendemos. Sabemos que todo se ha ido el traste por acontecimientos que han sucedido en los  mercados financieros, en la economía global, al sector inmobiliario y a los bancos, pero es complicado entenderlas en su totalidad. John  Lanchester experimentó durante años la misma sensación, por lo que decidió que debía ser capaz de entender de qué se hablaba diariamente, de buscar el sentido a las fuerzas económicas ocultas en la dura realidad cotidiana y de bucear en lo que subyace en el fondo del lenguaje expresado en cada noticia económica. El resultado de ese proceso es este libro, un estupendo manual sobre las finanzas para la inmensa mayoría que no sabe de finanzas.

Parafraseando al propio Lanchester, cuando escuchamos cosas como » a los economistas les preocupa que, aún cuando el IPM (índice de precios minoristas) sigue estando cómodo en territorio positivo, el estudio de los efectos de la inflación no subyacente revela la existencia de fuertes presiones deflacionistas»  uno no puede evitar como poco exclamar ¿pero eso qué demonios significa? Para Lanchester hay una enorme falta de alfabetización financiera, por lo que  este libro intenta acortar la brecha abierta entre los economistas que sueltan lindezas como esa y el resto de los mortales. Y lo hace sin estigmatizarlos porque recuerda que prácticamente todo gremio usa un lenguaje excluyente, ya hablemos de ingenieros, médicos, abogados o fontaneros, los tecnicismos y el argot reinan en sus respectivas conversaciones.  Lanchester reconoce que ha sido un arduo camino de aprendizaje hasta poder entender el contenido en el mensaje, y hay que reconocerle la habilidad de, una vez superada su relativa ignorancia, no caer en la arrogancia de plagar su libro con tecnicismos que hubieran distorsionado y lastrado la finalidad del libro.

Divide el libro en tres partes claramente diferenciadas, siendo la segunda la dedicada exclusivamente a su glosario de economía, un auténtico diccionario para profanos (que no para dummies) que te puede hacer las veces de libreto de consulta hasta familiarizarse con la mayoría de los términos. Las definiciones son claras y precisas, comprensibles y envueltas siempre en un toque de humor y sarcasmo, por lo que aún siendo un «diccionario económico» se digieren con facilidad.  Me quedo sin embargo con la  brillante introducción y con el cierre,  que delatan un libro sobre economía diferente, poniendo de relieve un escritor que se atreve a mostrar su audacia en un texto muy agudo y repleto del humor ácido tan británico.

Lanchester recuerda que una gran mayoría se ha quedado estancada en 2008 unida inexorablemente a una situación economica también estancada, por eso muchos sienten la necesidad de encontrar una alternativa al capitalismo pero no saben dónde buscarla. Saber si hay alternativa real (que no sea el fracasado comunismo) y el futuro del euro (que define como el mayor fiasco de proyecto global en el mundo) son cuestiones que no sabremos responder a medio plazo.

Hasta entonces la lectura de este libro te ayudará a no poner cara de póquer cuando oigas hablar de economía. De lo mejor en mucho tiempo.