Intrusos es una de esas obras impactantes que aparecen de vez en cuando, fruto de la madurez de un artista que ha ido cosechando un buen puñado de historias de gran nivel y que de repente un día riza el rizo con una de ellas. Adrian Tomine comenzó auto publicándose cómics a los 16 años en Optic Nerve – aún continúa- y es colaborador habitual en The New Yorker desde 1999. En Intrusos aborda seis pequeñas historias independientes colmadas de costumbrismo radical, en un estilo en el que uno no puede dejar de sentir cierto voyeurismo al enfrentarse a las viñetas con las que deconstruye a los protagonistas. Sorprende su capacidad para atrapar y exhibir rasgos, rutinas y conductas en unos personajes con los que es inevitable intuir similitudes en el quiénes somos, aunque a simple vista no creas compartir nada con el camello, el padre estirado, el urbanita o el fracasado que en ese momento represente alguno de los personajes. Tomine concede protagonismo a todo un elenco de personajes que son secundarios en el día a día y que para cualquiera de nosotros pasarían desapercibidos, pero a los que dota de circunstancias y emociones que resultan universales, solo que llevadas al extremo para poder criticar de una manera muy ácida y corrosiva todo tipo de temas: comunicación, la conflictividad en las relaciones paterno filiales y conyugales, los anhelos y miedos de adolescencia o la alienación que está constituyendo la sociedad actual. La excelencia de Tomine radica en que habla de la soledad, la ansiedad o todo tipo de esperanzas desde los gestos diminutos basados en la rutina diaria, esa que parece repetirse semana tras semana. No necesita un dibujo preciosista para la composición de las viñetas, pero consigue de una manera magistral que estas tengan un aspecto tan natural que transmitan mucho subtexto e información con las imágenes, haciendo a los personajes increíblemente transparentes y reconocibles al cargar de emociones tanto sus gestos como el entorno donde los ubica.
En Hortiescultura usa a un jardinero para hablarnos de lo perjudicial que podemos ser con nosotros mismos cuando pensamos que nuestras ideas son tan geniales que deben triunfar irremediablemente. De paso, el autor aprovecha para diseccionar lo importante que es la comunicación en la pareja, de lo nocivo que resulta que los cónyuges no hablen con libertad y se limiten a ser complacientes, en definitiva de lo importante es que demos feedback desde la crítica constructiva y no nos limitemos a decir «lo que el otro quiere escuchar».
En Amber Sweet nos habla de lo difícil que puede resultar vivir y prosperar cuando las personas de tu entorno te juzgan constantemente. Una guapa universitaria y buena estudiante ve afectada su vida al ser confundida con una actriz porno. Aquí el estilo de viñetas recordará a algún lector al autor de Wilson, Daniel Clones.
En Vamos Búhos un fanático de los deportes ofrece a su novia la oportunidad de una vida mejor. Una mujer que solo ha recibido reveses en su vida y que se aferrará a cualquier cosa con tal de vivir un poco mejor. Tomine traza un protagonista masculino alcohólico, un camello y que encarna casi todos los vicios y prejuicios posibles, lo que sirve al autor para hacernos ver lo frustrante que puede ser una vida cuando no tomas las decisiones adecuadas.
Triunfo y tragedia es la historia más emotiva y destinada a remover el interior del lector. Plantea lo difícil que puede resultar la relación entre un padre estricto y una hija cuando esta alcanza la adolescencia. Tartamuda, aparentemente no tan inteligente como el padre, y muy unida a una madre enferma de cáncer que no quiere que la relación entre padre e hija quede rota cuando ella ya no esté. A través de los tres personajes el lector sentirá simpatía, amor, cabreo y frustración en una historia que en apenas 20 páginas cuenta mucho más que las mejores novelas de 400. Una historia que se adentra en el corazón del lector y que hará reflexionar sobre qué cosas importan realmente.
En Traducido del japonés una madre trata de dar sentido a sus decisiones explicándoselas a su hijo a través de una carta. La decisión de abandonar al padre y cambiar de vida mudándose a una cultura totalmente diferente como la japonesa, sirven para ilustrar las consecuencias que tienen en los que nos rodean nuestras decisiones.
Intrusos es la historia más oscura y sirve para mostrar hasta donde el hombre más racional puede llegar en sus rarezas, de lo difícil que puede resultar desprenderse emocionalmente de cosas de nuestro pasado.
Un cómic magistral, oscuro, profundo y a la vez conmovedor. Imprescindible en tu biblioteca.
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