Un equipo de investigación del Instituto Max Planck alemán, encabezado por Tania Singer, ha encontrado la zona cerebral clave en la empatía emocional, denominada la Ínsula. Esta zona neuronal parece ser determinante en el desarrollo de la inteligencia emocional y es la que detecta las señales de todo nuestro cuerpo cuando nos solidarizamos con alguien. Cuando ocurre eso, en realidad nuestras neuronas están imitando el estado de la otra persona. Lo verdaderamente revolucionario del descubrimiento, es que Singer y sus colegas han encontrado que la empatía se puede aprender y que mostrar compasión es entrenable. Con ese punto de partida han desarrollado programas de capacitación que están disponibles en un ebook, plagado de imágenes, vídeos y textos tanto explicativos como de ejercicios. Compassion – Bridging Practice and Science es un libro interactivo, sumamente interesante y que se puede obtener gratuitamente en la página http://www.compassion-training.org. De momento sólo está disponible en inglés y alemán.
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