Cuando se quiere explicar el liderazgo parece existir cierta disociación entre la formación académica y la vida real. Probablemente la dificultad para llevar a la práctica lo que se enseña en un aula, o se describe en un libro, sobre gestión empresarial y liderazgo, sea una de las razones por las que en las escuelas de negocio se popularizó el llamado método del caso como vía efectiva de exponer, entre otros temas, los aspectos relacionados con la gestión de equipos. Afrontar la exposición académica a partir de las lecciones aprendidas de casos reales, apoya considerablemente la retentiva de lo que se quiere transmitir. Igualmente, la literatura al respecto suele impregnarse de ejemplos del mundo de los negocios que enfatizan el mensaje y hacen más digerible la lectura.
Parece haber cierta saturación cuando se aborda este asunto, e invade la sensación de haberse contado todo sobre estos temas y existir redundancia en el mensaje. Resulta muy socorrido en los últimos tiempos, en los libros que abordan el liderazgo, acudir a las historias exitosas de aventureros y deportistas de las que extrapolar lecciones de liderazgo o gestión, porque apuntalan mucho mejor el interés por el texto. El estilo de liderazgo que ahora impera en las empresas está muy asociado a aspectos emocionales, donde el espíritu de equipo, el optimismo y el esfuerzo por el bien común son la base fundamental, y esto se transmite mucho mejor estableciendo paralelismos con el mundo del deporte y la aventura.
El 14 de diciembre de 1911, el explorador noruego Roald Amundsen y su equipo hicieron historia como la primera expedición en llegar al Polo Sur. Treinta y cinco días después, el 17 de enero de 1912, el explorador británico Robert Falcon Scott llegó al Polo Sur, con cinco hombres exhaustos. Ninguno sobrevivió al brutal viaje a casa. Otro explorador británico, Sir Ernest Shackleton, lo intentó con otra expedición pero no lo consiguió, quedando su barco atrapado en el hielo. Sin embargo, Shackelton logró que los 27 miembros de su expedición volvieran sanos y salvos a casa después de 634 días de increíble dificultad y plagados de penurias, ganándose el respecto y admiración de todo el mundo por el derroche de espíritu de supervivencia.
Dennis N. T. Perkins, graduado en la Academia Naval de los Estados Unidos de Annapolis, MBA por la Universidad de Harvard y doctor en Psicología por la Universidad de Michigan, es un reconocido consultor especializado en liderazgo y consultoría en entornos adversos. En este libro se vale de la mítica expedición de Shackelton, y las estrategías de liderazgo que aplicó durante la misma, para extraer diez lecciones básicas de liderazgo. El libro no pretende duplicar la historia, siquiera versionarla, simplemente aplica una nueva perspectiva usando el prisma del liderazgo y la gestión del equipo en condiciones muy adversas. El autor admite que en su primera edición muchos cuestionaron que defendiera que determinadas técnicas aplicadas ante situaciones extremas (de vida o muerte) como las de la expedición de Shackelton tuvieran aplicación práctica en la vida real, pero después de leer el libro lo cierto es que lo que subyace en el mensaje de las estrategías expuestas es perfectamente válido y extrapolable al mundo de los negocios.
En las diez lecciones que plantea, nada nuevo sobre el tema, pero lo interesante es el foco que emplea. Independientemente de las lecciones aprendidas que extrae, y las recomendaciones para ponerlas en práctica, bajo mi punto de vista vuelve a poner de relieve varios aspectos sobre el asunto del liderazgo:
- La medida de éxito del liderazgo es algo muy personal. Shackelton no alcanzó su meta original, alcanzar el polo sur, pero sin embargo devolvió a casa a todos sus compañeros sanos y salvos ¿fue un éxito o un fracaso como líder?.
- El liderazgo requiere un enfoque estratégico claro. Amudsen antepuso sus planes y prioridades en ganar la carrera hacia el Polo Sur, alcanzar la gloria de ser el primero, y a pesar de su egocentrismo gran parte del éxito se cimentó en seguir una estrategía muy clara. Por otro lado, Robert Scott carecía de un mínimo enfoque, más allá de la pretensión de alcanzar el Polo Sur. Reunió a los mejores científicios y equipo posible, pero su gestión de la expedición fue nefasta porque más allá de mostrar perseverancia, apenas si supo conducir a sus hombres bajo una mínima estrategía clara. Shackelton mostró siempre un enfoque estratégico muy claro, y lo aplicó de igual modo cuando supo que no alcanzarían la meta, adaptánlo a las circunstancias y centrándose en regresar a casa con vida.
- Un líder exitoso está abierto a nuevas ideas. Amundsen, como noruego, usó como ventaja su habilidad con el esquí, e incluso depuró la misma incorporando ideas y sugerencias de los esquimales del equipo y desarrollando un conjunto integrado de competencias en el traslado de los expedicionarios. Scott y Shackelton eran más reacios al feedback externo, presos del carácter arrogante británico de la época en personas de su clase social, aunque Shackelton lentamente se abrió a los inputs constructivos de los diferentes miembros del equipo, lo que le retribuyó con creces en la consolidación de la unión del equipo.
- Los buenos líderes forjan lazos fuertes en el equipo. Shackelton destacó por su sensibilidad a las emociones de sus hombres y por un hábil manejo de los conflictos, algo que se volvió clave en la expedición. Supo ser líder conviviendo como uno más, en todos los aspectos cotidianos del día a día, reforzando el espíritu de unidad y adoptando decisiones sin levantar barreras jerárquicas que cuestionaran la cohesión y la moral del grupo, pero sin que por eso nadie dudara de su posición de líder del grupo.
Un libro recomendable para aquellos que gusten de este tipo de textos por el enfoque original del mismo. La lectura es rápida y amena, y está construido como un libro académico si se pretende trabajar su contenido. El telón de fondo de la aventura de los expedicionarios, la resistencia que tuvieron que emplear y las condiciones extremas que sufrieron surten su efecto como gancho.
12 febrero, 2016 at 2:06 pm
Me pareció muy interesante el libro. Últimamente todos los textos sobre el asunto me parecen un poco repetitivos y la perspectiva de la expedición de estos hombres para hablar de equipo, gestión de personas y liderazgo es muy original.Recomendable
He visto que al autor del blog le gusta la novela gráfica. Pues aprovecho para decirle que sobre esta expedición de Shackleton han publicado la historia también en ese formato
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