Jeff Lemire vuelve con otra original historia de ciencia ficción, tan conceptualmente visionaria como su serie Sweet Tooth, una trilogía titulada After Death sobre la que plantea reflexiones y conflictos morales que asaltarán el futuro de la sociedad actual. Esta vez forma equipo con Scott Snyder para mostrar un equilibrio magistral entre imagen y diálogo, algo que ya hace tiempo que Lemire  borda a la perfección. Esta vez Lemire se ciñe solo al dibujo y deja a Snyder la prosa. Este primer volumen de la trilogía supone una vuelta de tuerca a la creatividad en el mundo de la novela gráfica y las ideas preconcebidas sobre esta formato. After Death muestra la realidad de una pequeña ciudad donde la muerte ha sido erradicada a nivel genético. Lemire/Snyder muestran la lucha de un hombre y su consciente por asimilar todas las ramificaciones posibles derivadas de la cuasi inmortalidad.

La lectura de AD necesita de cierto compromiso reflexivo porque no es una historia al uso de ciencia ficción. Aquí la acción y la trama no provocan emociones y satisfacciones inmediatas. Lemire parte de un futuro inquietante y aterrador sobre el que comienza a deconstruir la historia hacia atrás, como ya hiciera en su emotiva y conmovedora Underwater Welder. Cómo o por qué la gente puede vivir para siempre no se explica en estos primeros compases de la trilogía, ni se examinan consecuencias, porque los autores se centran en el carácter de los personajes y en lo que este nuevo status fisiológico les supone emocionalmente. Snyder y Lemire combinan a la perfección diálogo e imágenes. El escenario de ciencia ficción se apoya en elementos de corte rústico- por ejemplo la granja donde vive el protagonista- con un uso de las acuarelas prodigioso para envolver en la atmósfera propicia cada conversación y narrativa propuesta por Snyder. Todo confluye para enriquecer y potenciar la resonancia de cada página. Ver el proceso creativo de ambos, decidiendo como transmitir cada significado mediante la simbiosis de imágenes y prosa podría ser una historia por si misma.

No te sorprendas si necesitas leer el cómic mas de una vez, no por su complejidad -no se trata de una obra para culturetas, ni mucho menos- sino por el afán de querer entender y profundizar en los matices y pistas que la historia va trazando.

 

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